Programa 17 - Aquí si hay playa!!!
ENSALADA SOUND. Programa nº 17. Jueves 07/06/12.
Somos conscientes del retraso, pero el calor, la
playa, la noche... que nos confunde… nos ha pasado factura. Pero bueno,
¡nunca es tarde si la dicha es mala! En el programa de fecha indicada arriba,
reflotamos y le hicimos un puente al Costa Concordia, nos fuimos de viaje por
el Mediterráneo, e hicimos un programa de músicas del mundo aderezado con un
poco de playas de esas tranquilas y bonitas.
El primer destino fue Turquía. ¡Qué bonito Estambul!,
cuánta piedra y cuánta torre, pero nosotros íbamos buscando playas, que ya ha
empezado el verano y hay que disfrutar del bañador, las chanclas y las gafas de
sol. En Turquía fuimos a buscar la Playa del Olimpo, ya que nos habían dicho
que hay unas casas árbol que se alquilan por noches, así que estupendo. La
playa estaba rodeada de montañas, y tenía la arena fina y el agua cristalina
como la de las películas del Caribe. Estaba de arte porque no había demasiada
gente y además tiene un paseo de ruinas romanas desde el pueblo a la playa que
esta guapísimo. En Turquía nos presentaron a una chica que canta
impresionantemente bien, y que nos dejó allí prendados con su voz. Ella se
llamaba Mahsa Vahdat y su tema Haleili.
Nacida en Teherán, Mahsa Vahdat comenzó su carrera en la música tomando clases
de piano desde una edad temprana. Estudió también canto tradicional persa
y sitar.
En Turquía nos montamos en un bus intentando volver a
España pero de camino hicimos escala en Italia, (mala idea), y como nos gusta
mucho enredarnos nos encontramos un sitio a nuestra medida. Nos soltaron en la Toscana , en la Playa de la Isla de Giglio, con playas
arenosas y unas carreteras que la rodea que cortan la respiración por los
espectaculares paisajes de la isla. Allí escuchamos un tema de música
tradicional de Arany Zoltan. Zoltan nació en
Debrecen, Hungría, pero tiene gran experiencia en muchos estilos de música folk
y música medieval. Más tarde estudió violonchelo y guitarra. A los 20 años se
volvió a la música folk y la música medieval. Al principio tocaba la mandolina
y más tarde se enredó en multiplicidad de instrumentos. En los últimos años, ha
tocado en muchos grupos diferentes, y explorado diferentes estilos. Después de
escuchar ese tema nos fuimos paseando por la playa de la isla, muy bien
acompañados, encontramos el Costa Concordia encallado y decidimos montarnos a
ver qué tal era eso por dentro. Ahí que hinchamos un flotador donde estaba el
agujero, lo reflotamos, y con dos pares de narices le hicimos la chispa al
contacto y decidimos que en vez de volver a España nos íbamos por ahí en
barquito.
De Italia partimos rumbo a Porto Katsiki, en Grecia.
Se veían los blancos acantilados y las playas doradas de agua color turquesa
antes de llegar. La playa de Egremni, la más hermosa del lugar, es impresionante
por su puesta de sol. A la gente le gusta quedarse en los cafés de alrededor de
la playa y disfrutar del sol poniéndose sobre todo el mar Jónico. Allí escuchamos La
"danza de Zorba", de Mikis Theodorakis
compositor de corte tradicional griego. Desde su infancia comenzó a componer
antes de recibir lecciones de música o saber tocar instrumento alguno.
Completó sus estudios en París, donde se inscribió en el conservatorio y
estudió análisis musical y dirección de orquesta. Estudió con intensidad la
tradición musical occidental. Compuso el ballet Antígona, y en 1957 obtiene el
primer premio del Festival de música de Moscú por su Suite nº 1 para piano y
orquesta. Regresó a Grecia. Su vuelta a casa no es solo física, sino también
artística y espiritual. Theodorakis considera completa su formación musical
clásica e inicia un período que estará enormemente influido por la música
tradicional y popular griega, Theodorakis comienza una verdadera
revolución en la escena musical griega: acercar la gran poesía de la Grecia moderna a una
inmensa mayoría de público a través de música de genuina raíz popular y de gran
calidad artística.
Desde Grecia viajamos a Israel. En Tel Aviv destaca la
playa de Gordon Beach, playa de corte muy Mediterráneo. Escuchamos en Israel la
música del grupo Budowitz y particularmente
el tema Shaphiros Korohod. Budowitz, con integrantes residentes en
Hungría, Alemania y Estados Unidos, es un conjunto innovador dentro de la
música klezmer tradicional. La música de Budowitz es de corte folklórico
moldeado en el estilo único y personal de las Regiones de Besarabia, Bucovina y
Galitsia, incluyendo no solamente la música popular de compositores judíos
del siglo 19 sino también la danza.
Partimos rápidamente para la playa de Puerto Said, en
Egipto. Playa de fina arena y poca conglomeración de personas, lo cual después
de tanta noche electrónica por Tel Aviv, lo agradecimos muchísimo. Nos fuimos a
una playa que cuenta con una bella zona de mercados itinerantes, donde te
puedes tomas los aperitivos propios del lugar, o sentarte a mediodía a tomar un
té. Nos encontramos con Hossan Ramzy y Tocó
Sehr Oyounik. Hossam Ramzy nació en El Cairo, es percusionista y
compositor. Ramzy nació en una familia rica. Empezó tocando el darbouka y la
tabla siendo un niño. Se trasladó a Arabia Saudí y aprendió estilos
musicales tradicionales beduinos. En la década de 1970 se trasladó a
Londres y estuvo tocando con el saxofonista Andy Sheppard . Por sus
colaboraciones con músicos de jazz ganó el apodo de "El Sultán del
Swing". En 1994 regresó a sus raíces y formó un conjunto.
La verdad es en que Egipto estuvimos algo mejor que en
Tel Aviv, aunque seguíamos con ganas de viaje y nos fuimos a Eforie Nord, la segunda
playa más grande de Rumanía, conocida por el tratamiento contra el reumatismo. Tiene
un clima agradable durante la mayor parte del año, ya que el mar negro hace que
tenga una temperatura un poco más alta. Allí nos llevaron de excursión a escuchar
una cosa que nos impresionó, llamada Taraf de
Haidouks y su tema Latcho Drom. Taraf de Haïdouks es un conjunto musical
romaní. Su traducción casi literal sería "Banda de los Hombres malvados o
fuera de la ley". La formación original reunía cerca de 12 músicos; a
veces suelen incluir algunos más llegando a tener 30 artistas en sus filas. Han
sido representantes de su país en multitud de lugares y una de las bandas
romaníes más aclamadas. De vuelta nos fuimos con dolor en el corazón después de
lo que habíamos escuchado y visto en ese pueblo romaní tan auténtico. Cogimos
nuestro barquito y nos fuimos a Marruecos.
En Marruecos dimos por casualidad con la desembocadura
del Rio de Oro, y el pueblo de Dakhla, un pequeño pueblo pesquero situado en el
borde de una maravillosa laguna. ¡Qué nos gusta un sitio tranquilo, con buena
música y una cerveza que no te tengas que pegar tortas para pedirla! Allí conocimos
a unas personas que hacían también música tradicional, pero se veía ya que el
occidente estaba más cerca y habían empezado a mezclar un poco más otras
músicas. Dimos con un chaval que se llama
Abdeljalil Kodssi y nos cantó Assamawi. Dejó su oficio de barbero para
dedicarse a la música en la década de los ochenta con su grupo beréber Muluk El
Hwa, fundado en la misma ciudad en 1973. Kodssi llegó a Barcelona de la mano
del escritor Juan Goytisolo. Su primer disco en solitario “Mimoun” es un disco
brillante, con momentos mágicos, donde la tradición gnawa se une al jazz y al
flamenco. Ahora Jalil ha publicado “Oulad Fulani Ganga” grabado entre Barcelona
(donde reside desde hace dos décadas) y Marrakech. En la grabación han
participado más de una docena de artistas y amigos con los que ha ido a la raíz
de su cultura beréber y nos muestra una música gnawa desde una perspectiva
contemporánea, obteniendo un resultado final embriagador y deslumbrante.
Con gran pesar nos despedimos de Marruecos y partimos a otra escala… (Sin duda la peor de nuestras escalas, no lo dudamos ni un segundo). Nos fuimos a Niza. Sepan ustedes que nos parece muy feo que haya que pagar por ir a una playa, pero Niza es Niza y por eso no volveremos. Allí en una de las pocas que no había que pagar, Voilier, nos encontramos con otro músico llamado Thomas Fersen, que tenía una canción que se llamaba Croque. Fersen es un cantante y compositor francés. Durante su niñez, fue parte del punk antes de tocar el piano en cafés-teatros. Es un consumado poeta que regularmente juega con el lenguaje, utilizando juegos de palabras, rimas ricas e imágenes para contar historias originales o fábulas, para recrear momentos de la vida cotidiana, las impresiones y los sentimientos, el fondo y los sueños de la gente común y sus defectos y fallas. Su voz profunda y ronca de fumador da el tono a sus canciones.
Aquí termina nuestro viaje por el Mediterráneo. Si alguna vez os
encontrais el Costa Concordia, no lo dudéis, ¡¡¡Reflotadlo y a viajar!!!
1.- Mahsa Vadat - Haleili.
2.- Arany Zoltan
3.- Mikis Theodorakis - Zorba´s Dance.
4.- Budowitz - Shaphiros Korohod.
5.- Hossan Ramzy - Sehr Oyounik.
6.- Taraf de Haidouks - Latcho Drom.
7.- Abdeljalil Kodssi - Assamawi.
8.- Thomas Fersen -Croque.
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